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El
Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia realizó un festival
de expresiones artísticas y culturales, para impulsar el reconocimiento de sus
derechos e inclusión social.
En el marco del Día Internacional de las Personas
con Síndrome de Down, el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la
Familia (DIF) abrió las puertas del Centro de Rehabilitación y Educación
Especial (CREE) para recibir a niñas, niños y adolescentes con esta condición,
a fin de reconocer sus contribuciones a la sociedad potosina en los ámbitos
artístico, cultural y laboral.
El acto conmemorativo, realizado con estrictas
medidas sanitarias, inició con presentaciones de baile por parte de grupos
compuestos por parejas de jóvenes con Síndrome de Down pertenecientes a la
asociación “Familia en Movimiento” Pro Niños Down. Con el aplauso efusivo del
público, las y los bailarines demostraron sus habilidades artísticas pasando
por diferentes géneros musicales desde folklor y bachata hasta baile moderno.
Adicional a las coreografías montadas también se
contó con la participación de la escritora y cuenta cuentos Montserrat Orozco,
perteneciente al equipo de Secretaría de Cultura de Gobierno del Estado; así
como del acompañamiento musical de la Camerata de San Luis, misma que presentó
un repertorio musical de Cri-Cri.
Durante el evento, la presidenta honoraria del DIF
Estatal, Ruth González Silva resaltó la necesidad de impulsar espacios que
promuevan una cultura de inclusión y agregó: “de la mano con nuestro Gobernador
Ricardo Gallardo Cardona, debemos ser capaces de incluir, apoyar y garantizar
derechos tan importantes como la educación, la salud, la seguridad social y el
desarrollo de una vida plena de quienes día a día luchan por pertenecer a una
sociedad igualitaria, y con esto nos sumamos a la estrategia de fortalecer la
seguridad y el bienestar de toda la ciudadanía”.
Gerardo de Jesús Adrián Muñiz, joven potosino con
síndrome de Down y empresario del sector gastronómico en el Estado, se mostró
orgulloso de lo que ha construido a lo largo de su vida: “el síndrome de Down
para mí nunca ha sido una barrera, ha sido una oportunidad para abrir los
corazones, ver que todos somos iguales y saber que la clave es soñar”.
Para finalizar, el público que se dio cita en el
parque adaptado del centro de rehabilitación pudo disfrutar de comida y
refrigerios preparados especialmente con el fin de propiciar momentos seguros y
de sana convivencia entre la comunidad del CREE, asociaciones civiles y las
familias asistentes.
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