El hombre, de 52 años, padece del síndrome de Li-Fraumeni. Esta enfermedad, que heredó a sus hijos, aumenta la probabilidad de padecer cáncer. Todo inició con Beatriz, quien enfermó a sus 9 años.
Pese a recibir un trasplante de médula ósea, “el cáncer regresó y solamente duró un año con vida”, mencionó el medio antes citado.
Tras la muerte de la menor, Pedro enfermó a sus 17 años, mismo que fue diagnosticado con osteosarcoma, un cáncer que afecta a los huesos. El adolescente luchó por cinco años, mas perdió la batalla con un cáncer cerebral.
Tiempo después, Anna Carolina sufrió, desde sus 12 años, de leucemia linfocítica, ella falleció a los 25 a causas de un tumor cerebral.
“En cuatro años y medio, perdí a todos mis hijos (…) Los resultados demostraron que yo tenía una alteración genética que lamentablemente también se transmitió a mis hijos y que potencia la aparición de cáncer”, contó Régis.
Según explicó el padre de familia, el síndrome que padece no se puede prevenir.
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