-Los tatuadores, como Alejandro Orta Montejano, fusionan técnica y sensibilidad artística para eternizar diseños en lienzos humanos
En la piel, el tatuaje es un arte que se eterniza en trazos de tinta. Para los tatuadores cada sesión se convierte en un viaje entre agujas y pigmentos, en donde la técnica importa tanto como la historia de cada diseño creado.
Su trabajo va más allá de la habilidad manual, requiere sensibilidad artística para cumplir con los deseos de sus clientes. Los tatuadores artífices del lienzo humano, trazan con agujas como pinceles líneas que dan vida a la piel, plasman una imagen, que puede simbolizar desde un suceso en la vida del portador, un símbolo, un adorno, creencias y pasiones en distintas formas.
Alejandro Orta Montejano, es un tatuador cuyo gusto por el dibujo desde muy pequeño lo llevó a plasmar su arte en diferentes expresiones como la pintura, el grafiti y grabar dibujos en la piel, actividad que inició profesionalmente hace aproximadamente tres años.
Expresa que la cultura del tatuaje ya dejó de ser tabú, quedó atrás la creencia de que tatuarse era exclusivo de pandillas o maleantes, "la mayoría de las personas que he tatuado son de entre 18 y 19 años, pero también tengo clientes de 70 u 80 años".
Para él lo más complicado es el estilo de realismo que retracta la vida tal y como es, la naturaleza, las personas, animales, cosas; hay otros estilos que dominan por la práctica, "mucha gente piensa que un tatuaje por pequeño es muy fácil, hay algunos minimalistas que son muy difíciles, porque se requiere de mucho pulso y precisión para hacerlo bien".
"Montejano Tattoo" es el estudio de Alejandro Orta, así aparece en sus redes sociales y sus trabajos tienen buena aceptación y prestigio además por el material que emplea y las condiciones higiénicas con las que trabaja, "una vez realizado el dibujo, acompaño y estoy al pendiente del proceso de cicatrización, eso les da mucha tranquilidad y quedo con la satisfacción de que llevan mi arte en la piel".
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